Autora: Ashley Powell miembro de la Red de Periodistas por el Desarrollo Sostenible
Inclusión, una palabra bastante popular en los últimos tiempos, y un concepto que abarca mucho compromiso, no solo se trata de divulgar las acciones si no de establecer realmente objetivos que ayuden a cumplir estándares necesarios para que todo ser humano se sienta cómodo y perteneciente en sus puestos laborables.
Debe señalarse que uno de los problemas básicos de la sociedad Latinoamérica aún es la exclusión social, esto implica todas las dificultadas que tiene una persona para acceder al mercado laboral y, por otro lado, la imposibilidad de integración en ciertos marcos de la sociedad.
Bernardo Kliksberg en su libro Retos Éticos Postpandemia nos dice que no podemos confiar simplemente en la responsabilidad social discursiva de las empresas, ya que esto no nos lleva a ningún lado ni asiste realmente al objetivo principal, que en este caso es contribuir a la sociedad con prácticas que realmente incluyan a todos los seres humanos.
Por lo tanto, el monitoreo de las acciones que implementemos como empresa no basta, si no más bien debemos facilitar a nuestros colaboradores las herramientas necesarias para educarlos y mitigar realmente la problemática y que se conviertan en agentes replicadores de las buenas prácticas aprendidas.
En relación con la idea anterior cabe mencionar que nuestra responsabilidad como negocios inclusivos es el de crear una cultura de sentido de pertenencia y crecimiento personal, pilares que deben establecerse como propósito de nuestra empresa.
Se trata de moldear nuestro negocio con valores y promover la participación equitativa de nuestros colaborares para crear así una identidad cívica en donde ellos asuman responsabilidad y compromiso con su comunidad y logren aportar continuamente a la sociedad.
En función de lo planteado anteriormente hay que tomar en cuenta que como negocios somos protagonistas en el enfrentamiento de las crudas realidades sociales. Esta generación espera ver a las empresas en primera línea de las acciones en pro del bienestar de las personas y las comunidades.
Por último, los negocios no podemos hablar de mitigar completamente la problemática, ni vendernos como el héroe o la solución, más bien debemos presentarnos como un aliado más que realiza un trabajo continuo en donde aportamos desde nuestras posibilidades y recursos, hay que recordar que este es un trabajo en conjunto en donde se debe involucrar toda la sociedad.